Gumiel de Izán

[2]​ El pueblo se halla en un pequeño alto entre los valles del Gromejón y Puentevilla.

El río Gromejón, pequeño afluente del Duero, riega sus tierras a la par que otros pequeños subafluentes de él, que nacen y desembocan dentro del mismo término.

En primavera y otoño es cuando se concentran la mayoría de las lluvias, más bien escasas (unos 400 mm al año).

[3]​ El primer documento histórico donde se cita Gumiel de Izán data del 1042.

La influencia árabe en toda la zona y en Gumiel de Izán fue muy importante hasta mediados del siglo XV.

De esta época han quedado algunos testimonios topográficos, interiores del Castillo, bodegas y galerías, pero sobre todo han quedado restos en la toponimia de numerosos parajes.

Sin poder precisar el origen de su construcción, se sabe que en 1464 ya estaba construida esta fortaleza.

Pueblo eminentemente agrícola, cuenta también con una pequeña industria en desarrollo y varias bodegas.

Con la variedad albillo, en otro tiempo abundante y hoy en regresión, y otras variedades, se siguen elaborando asimismo claretes de tipo tradicional, no acogidos a la D. O., que pueden adquirirse tanto a particulares como en la bodega cooperativa La Asunción de Nuestra Señora.

También se cultivan bastantes árboles frutales como cerezos, ciruelos, manzanos y perales.

Cuenta con un pequeño polígono industrial y varias bodegas acogidas a la D. O.

Además cuenta con grupo escolar comarcal, guardería, servicio postal, centro médico, asistencia social, biblioteca, ludoteca, gimnasio, escuela de música, etc.

Las fachadas eran tradicionalmente enfoscadas, pero en las últimas rehabilitaciones se han dejado a la vista los elementos mencionados.

[15]​ Situada a unos cuatro kilómetros al norte del núcleo urbano, esta ermita, románica, muy bien conservada con interesante portada de arquivoltas y ábside decorado, se emparenta con el llamado románico del Esgueva.

En su interior se veneraba, hasta que fue trasladado a la iglesia parroquial, la imagen gótica del Santo Cristo de Reveche, del que dice la coplilla popular: Santo Cristo de Burgos, ¿quién es tu hermano?

Un amplio estudio sobre esta ermita, «Tesoros artísticos de Reveche» realizado por Pedro Ontoria Oquillas, se publicó en la revista local Nos Interesa.

La ermita se encuentra a un kilómetro y medio de la villa, siendo el paseo hasta ella muy habitual entre los gomellanos.

El papa Clemente XII (1730-1740) concedió indulgencia plenaria a todos los fieles que confesados y comulgados visitasen la ermita de la Virgen del Río el de la Asunción.

Por su parte, Pío VI (1775-99) amplió esta indulgencia a quien, en las mismas condiciones, visitarse la ermita el día de San Antonio de Padua desde las primeras vísperas hasta el ocaso del mismo día.

Esto motivó una creciente y profunda devoción a la Virgen del Río de todos los devotos gomellanos.

El día 7 por la noche, se canta la salve a la Virgen del Río y posteriormente se baila la jota cantada por los dulzaineros, y como broche juegos artificiales.

El día 8 al mediodía se baila la jota alrededor de la ermita.

Justo del Río, en los años 1940, recuperó basándose en el testimonio de antiguos danzantes, la tonada de su danza más representativa, la jaula, para la que reconstruyó también una coreografía basándose en los mismos testimonios.

Tienen importancia también a lo largo del año distintas procesiones: San Isidro, Santo Domingo de Guzmán, y sobre todo las del Corpus, en las que las calles se adornan con altares y sobre el suelo se esparcen hierbas olorosas, yerbabuena y ajenjo, al paso de la procesión, y la Octava del Corpus (ya desaparecida), de recorrido más corto pero de igual significación.

Esta tesis fue pronto refutada por los profesores Fernández Flórez y Ruiz Asencio.

escudo
Escudo heráldico en casa de la calle Real
Vista de la plaza mayor tomada desde el extremo de la iglesia
Plaza Mayor
Entramado de madera, enfoscado en tonos ocres, única ventana con petunias rojiza.
Fachada típica de arquitectura tradicional
Vista de la portada y torre de la iglesia.
Casas de una sola altura, con las fachadas pintadas en tonos ocres, y zácalos de mamposteríant
Primer tramo de la calle Real