Su carismática voz, combinada con un modo único de actuar y una fuerte presencia escénica, la llevaron muy pronto a lo más alto.
Ha cultivado la música popular y tradicional griega, sin renunciar a otras formas artísticas.
Durante largos períodos de tiempo, aparece con Giórgos Ntaláras, Dimitra Galani, Basilis Papakonstantinou y Yannis Parios.
Edita el álbum Strange Light, donde se encuentra de nuevo con compositores con los que ha trabajado y cosechado éxitos en el pasado.
Haris Alexiou viaja y enseña al mundo el sentimiento de la canción griega.