Entre 1948 y 1951 produjo una serie de grandes erupciones que provocaron graves daños.
En abril, el volcán comenzó a expeler rocas, polvo y cenizas, cituación que duró una semana.
En 1897, Hibok-Hibok comenzó a emitir vapores sulfurosos blancos que dañaron las granjas de la isla.
Su erupción menor, al principio de este período, causó muy pocos daños y pérdidas humanas.
Los grandes flujos piroclásticos y los demás fenómenos provocaron al menos 3000 muertes.
La gente abandonó la isla, a tal punto que antes de la erupción vivían allí al menos 70 000 personas, y luego del evento quedaban solo 34 000.
Los vulcanólogos estudiaron el patrón eruptivo del Hibok-Hibok durante esta gran erupción, y descubrieron un ciclo claramente dividido en cuatro fases.