Aunque fue en principio descrita como una especie separada de la hiena manchada debido a las grandes diferencias en sus extremidades anteriores y posteriores, los análisis genéticos no indican diferencias notables en el ADN de la hiena cavernaria del Pleistoceno y la actual hiena manchada.
[1][2] Esta hiena es conocida a partir de varios restos fósiles y también en el arte prehistórico.
Las hienas de las cavernas, bajo estas circunstancias, pudieron haber sido superadas por los lobos y los humanos, los cuales habitaban tanto en los bosques como en terrenos abiertos, y en las tierras altas como en las tierras bajas.
Otras justificaciones para separar a ambas hienas incluyen diferencias en la parte tubercular del diente carnasial inferior.
William Boyd Dawkins fue el primero en expresar sus dudas sobre esa separación entre la hiena manchada y la cavernaria en un escrito de 1865, estableciendo que la ya mencionada característica dental era consistente con la simple variación individual.
[7] Como ocurre en la subespecie africana, las hienas cavernarias hembras eran mayores que sus contrapartes masculinas.
[10] Se desconoce si las hienas de las cavernas vivían en grandes clanes o llevaban una vida más solitaria, aunque los grandes clanes no se consideran probables en su hábitat del Pleistoceno.
Su presa más grande era el rinoceronte lanudo, cuyos huesos y cráneos han sido hallados en muchos cubiles de hienas.
Los restos de fauna alpina incluyendo a la gamuza y el íbice están ausentes en algunos lugares, representando menos del 3% de las presas, posiblemente debido a su gran fragilidad.
Los lobos y las hienas parecen haber tenido una relación de abundancia negativa a través del tiempo, es decir, las poblaciones de lobos se expandían a medida que las hienas desaparecían.
Muchas cavernas muestran ocupaciones alternas de hienas y neandertales.
Una imagen en Ariège muestra una figura delineada de forma incompleta y profundamente grabada, que representa parte del largo cuello, pasando suavemente a parte de la extremidad anterior del animal en el lado proximal.
Una imagen en la cueva Le Gabillou en Dordoña muestra a una figura zoomórfica profundamente grabada con la cabeza en vista frontal y un cuello alargado con parte de la extremidad delantera de perfil.