Hasta entonces las firmas o fábricas deportivas que confeccionaban la vestimenta no se encontraban patentes ni a la vista.
El origen de los colores rojo y negro del Milan se remontan a su fundación, cuando fueron seleccionados por Herbert Kilpin para representar el ardiente fervor que es parte de los miembros del equipo y para infundir miedo en los rivales.
Al imponerse las leyes fascistas en Italia, el Milan se vio obligado a llevar una camiseta blanca con dos franjas verticales, una negra y otra roja.
En 1942 el club cambió la camiseta al establecer cinco franjas verticales rojas y negras.
En el año del centenario (1999) la camiseta de Kilpin fue presentada una vez más, pero con la Stella d’Oro impresa en la indumentaria.