Esta aeronave se orienta al segmento de aviones de entrenamiento civil y militar y se caracteriza por estar fabricado íntegramente en materiales compuestos (composites).
En 2015 se presentó al público un demostrador tecnológico, el 8 de agosto de 2016 hizo su primer vuelo, de 58 minutos,[5] pero el proyecto fue retomado recién en 2020.
[6] Será adquirido por la Fuerza Aérea Argentina con diez (10) ejemplares encargados en 2022[3] planeando llegar a los veinticinco (25) ejemplares.
[6] La FAA ha emitido una solicitud para efectuar diversos cambios a partir del prototipo experimental civil para adaptarse a requerimientos operativos militares bastante más exigentes mediante la certificación a la norma FAR23, capacidad para vuelo acrobático, aviónica IFR con full glass cockpit y tren de aterrizaje retráctil, variante que de evolucionar se denominaría IA-74.
El proyecto constaba de cuatro fases: El proyecto se canceló y luego se retomó para crear el IA-100B.