Fue propiedad del Monasterio de San Juan de la Peña hasta el siglo XVI cuando pasó a la Diócesis de Jaca.
En el siglo XVII sufrió la principal remodelación antes de caer en desuso al desplazarse la población para la construcción del embalse de Yesa.
El románica iglesia está dedicada a Juan Bautista.
Tiene una nave y un ábside semicircular, a los que se adosó una segunda nave y una torre en el siglo XVII.
El techo de la nave con la que se amplió la iglesia ha sido destruido, quedando el edificio en ruinas.