El templo que vemos hoy ha pasado por una larga historia de añadidos y reconstrucciones.
Sin embargo, en 1797, el templo se encontraba en un estado ruinoso, por lo que las autoridades eclesiásticas concedieron licencia para su reedificación.
No obstante, la vieja iglesia entró nuevamente en una etapa de total abandono.
Cuando este monumento fue reconocido como Bien de Interés Cultural, paso por un largo proceso hasta su completa restauración en 2002.
El segundo espacio da paso al ante-presbiterio y está delimitado por un arco toral de piedra más clara.
Al fondo, la Casa Parroquial, un interesante ejemplo de la arquitectura rural palmera, mandada a construir en 1574 por beneficiado en esta parroquia, Luis Pérez Carmona.