Está formado por una nave asimétrica con ventanales góticos, con el techo plano y el transepto con bóveda de crucería, prolongada por la cabecera en la época gótica, momento en que también fue sustituido el ábside semicircular por una construcción rectangular mucho más espaciosa, a la cual le fue añadida posteriormente la sacristía.
Una imposta recorre toda la portada y a nivel del primer capitel está decorada con follaje.
El paramento está coronado por un friso centrado por un crismón, con una estrella en cada lado y una cruz griega rodeada por un círculo en ambos extremos.
Es de factura muy simple y no presenta decoración exterior; en cuanto a las aperturas, presenta ventanas en los dos últimos pisos; son ventanas de una única derrama y hay dos por cada cara.
[1][3] Románica, presenta exuberante decoración vegetal en bajorrelieve, muy parecida a la pila bautismal pero más rústica.