Se destacan, las intervenciones del siglo XVIII de Luís Pereira da Costa famoso entallador (ebanista) a quien se deben las obras de remodelación y añadido de la Capilla mayor y las del arquitecto Nicolau Nasoni para la restauración total de la iglesia.
La notable combinación de volúmenes, estructuras y detalles compositivos resaltan el aspecto escenográfico de la fachada principal , diseñada para resaltar la horizontalidad de la construcción y las características barrocas al gusto del italiano Nasoni.
En el espacio interior , dividido en tres naves, se destaca el imponente altar mayor de talla dorada, que integra en la parte central un nicho con la imagen de Cristo crucificado , atribuida a los siglos XII y XIII.
Se trata de una escultura en madera hueca con aproximadamente dos metros de altura extremadamente curiosa , dada la asimetría simbólica al mirar, ya que el ojo izquierdo se dirige para el cielo y el derecho para la Tierra, en una clara simbiosis entre el Dios y el Hombre.
(enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).