Estudió latín, griego, francés, hebreo e italiano.
En 1770 convirtió una residencia-seminario jesuita en el Hospital de San Andrés.
En 1788 añadió a sus funciones las del Hospital del Amor de Dios, que se dedica al tratamiento de la sífilis.
Finalmente tenía una capacidad de 1000 camas, dispuestas en 39 pabellones.
Desempeñó este cargo durante tres meses, hasta la llegada del nuevo virrey Manuel Antonio Flores el 16 de agosto de 1787.
Fundó un jardín botánico, las plantas fueron traídas de todas las partes de la colonia, el naturalista Martín Sessé y Lacasta fue nombrado director del mismo.