El edificio fue diseñado para guardar una moderna maquinaria, conocidas como «ingenios», así como los diferentes departamentos del proceso industrial.
Esta tecnología renacentista consistía en un sistema de laminación y acuñación mediante ingenios movidos por ruedas hidráulicas.
Esta técnica fue inventada en Augsburgo en 1550 y antes de su implantación en Segovia se utilizaba en otras ciudades europeas.
[1] En 1879 el edificio albergó una fábrica de harina que detuvo su actividad en el año 1968.
El complejo se articula a través de dos patios que, mediante un muro decorado con las clásicos bolas herrerianas, salvan el desnivel.