Durante la guerra del Brasil, las Provincias Unidas del Río de la Plata comenzaron a temer que las tropas brasileras pudieran vencer a las rioplatenses, debido a esto, durante los primeros meses de guerra el general Carlos María de Alvear empezó a intercambiar correspondencia con Antonio José de Sucre, quien en aquel entonces era gobernante del Alto Perú, un plan para invadir el Imperio del Brasil, causando una guerra entre la Gran Colombia y sus Estados satélites (Perú y Alto Perú) contra Brasil, para que la Gran Colombia se anexase territorios brasileros del norte, y el Río de la Plata territorios brasileros del sur, y el resto del Brasil dividirlo en repúblicas; es así, que los brasileros no tardaron mucho al enterarse del intercambio de cartas entre Alvear y Sucre.
Aunque el emperador Pedro I no le dio mucha importancia, el gobernador del Estado brasileño de Mato Grosso, Manuel Alves de Acuña irritado por la posible alianza entre grancolombianos y rioplatenses, organizó sin el permiso del emperador un expedición militar al Alto Perú, con la finalidad de hacer una demostración del poder militar del Brasil e intimidar a la Gran Colombia y garantizar la neutralidad de este último.
En su intento de anexar Chiquitos a Mato Grosso, Ramos llevó consigo hasta 300 indígenas cuando atravesó la frontera binacional.
El 15 de abril se envió una comunicación al emperador participándole la anexión.
Simón Bolívar aceptó las disculpas y se comprometió a mantener la neutralidad durante el conflicto.