En 1854 participó en la guerra de Crimea como coronel del Ejército Imperial Ruso, bajo el mando de los generales rusos Lüders y Dannenberg.
Desempeñó un papel decisivo en la unificación y modernización del ejército rumano.
No se le permitió participar en la guerra ruso-turca (1877-1878) debido a que en aquel momento recaía sobre él una acusación.
[1][2] Tras la retirada de los cargos, Florescu volvió a la actividad política, fue miembro y Presidente del Senado (1870) y miembro destacado del Partido Conservador (PC).
Sin embargo, no obtuvo la confianza del Parlamento y dimitió en diciembre de 1891.