Fue sustituido en 1823 por William Voigtel en su puesto de asesor médico del gobierno, pero unos años más tarde falleció a causa de una infección aguda.
En sus primeras pruebas, Roloff pensó que el óxido de zinc también contenía óxido de arsénico por lo que se acordó enviar las muestras para su examen oficial.
Sin embargo, Roloff continuó con las pruebas y encontró, junto con el asesor médico Heukenkamp, que dichas muestras no contenían arsénico sino un metal desconocido.
En febrero de 1818 envió su informe con una muestra del nuevo metal a Christoph W. Hufeland para su publicación en el Journal für die praktischen Heilkunde, pero la publicación se retrasó hasta la edición de abril.
Por las mismas fechas, Hermann, sin informar a Roloff, había encontrado también el nuevo metal y había enviado muestras a Friedrich Stromeyer (1776-1835) para un examen más detallado.