Fue un discreto portero que pasó de jugar en las categorías inferiores del CD Málaga a hacerlo cedido en el Fabril primero, Linense después y finalmente Zaragoza, donde en las filas de su filial dio el salto al primer equipo en la temporada 94/95.
Con el encuentro 5-2 para el equipo aragonés, Belman tocaba su primer balón deteniéndole un penalti al danés Bent Christensen y aunque minutos más tarde Christopher Ohen le marcaría, nadie podría ya olvidar su estreno en el fútbol profesional.
O eso parecía, porque en la siguiente jornada, con Cedrún sancionado, Víctor Fernández prefirió dar la alternativa en la portería maña a Juanmi García en vez de a Belman.
En 1997 y tras 3 temporadas en las que apenas disputaría 13 partidos, se marchó al Valladolid, donde tampoco llegó a jugar.
A lo largo de las 7 temporadas que allí permaneció solamente pudo disputar escasos 10 partidos.