[1] En enero de 1901, el Colegio Electoral designó a José Manuel Álvarez como gobernador y a Nicolás M. Berrotarán como vicegobernador de Córdoba.
La sombra del presidente Roca, quien pasaba largas temporadas en su estancia La Paz, estaba presente en casi todas las decisiones del Estado debido a sus prácticas políticas de tinte oligárquico, manipulación de elecciones, clientelismo, falta de libertad política, etc.
Finalizaba el año 1903 y se acercaba un nuevo tiempo electoral, tanto en la provincia como en la Nación.
En Buenos Aires, Roca llegaba al final de su mandato, y más allá de la fuerte y creciente oposición de la Unión Cívica Radical (liderada por Hipólito Yrigoyen luego del suicidio de su tío Leandro N. Alem), la fórmula oficialista Manuel Quintana-José Figueroa Alcorta se encaminaba al triunfo.
Algo similar sucedía en Córdoba, a pesar de las recurrentes críticas realizadas a los mecanismos electorales y a las manipulaciones de los comicios por parte del oficialismo, ya que el voto era público.