José Masriera y Manovens[a] (Barcelona, 1841-Barcelona, 1912) fue un pintor y platero español, uno de los paisajistas más representativos del arte catalán de finales del siglo XIX.
Nacido en Barcelona,[2] como platero se formó en el taller de su padre, José Masriera y Vidal y en París, donde aprendió el grabado sobre piedras finas.
[4] Junto con su hermano Francisco Masriera instalaron un estudio-taller en la calle Bailen, obra de José Vilaseca.
También publicó biografías de artistas catalanes, como Luis Rigalt (1894), Claudio Lorenzale (1895) y Francisco Miguel y Badía (1900),[3] y opúsculos de consideraciones estéticas, como Influencia del estilo japonés en las artes europeas (1885).
Fue el padre del pintor y orfebre Lluís Masriera i Rosés.