José Pons

[3]​ En 1786, con sólo dieciséis años, compuso una misa sobre la antífona Ecce Sacerdos Magnus, todavía durante su estancia en la Catedral de Córdoba, donde se conserva una copia.

Posteriormente estuvo unos años opositando sin éxito a varios magisterios castellanos, como Tuy, Salamanca, Cartagena, Alcalá de Henares y la Capilla Real de la Soledad en Madrid.

Solían estar estructuradas en dos movimientos enlazados, el primero de los cuales podía funcionar como una introducción y no tener relación con lo que precede.

En los archivos se han encontrado muchas obras que se interpretaban en estos eventos musicales, sobre todo de Haydn y su alumno Pleyel, junto a las de Pons.

Los temas se van repitiendo con pinceladas de la introducción, terminando con alegría.

Lo que la hace especial es su característico solo para trompa con un nivel de dificultad notable.

Es una obra que se encuentra entre un repertorio compuesto por otras aberturas del mismo autor, Haydn, Mozart, Pleyel, Rosetti, etc.