Sebastián Barranca

Sus estudios elementales los realizó de manera dispersa, en Jaqui, Ica y San Joaquín.

Llegó a dominar el idioma latín e hizo incluso una traducción de La Eneida.

Esto disgustó a los demás alumnos, quienes atacaron al rector en un pasquín titulado “La Avispa”.

Sin embargo, tuvo que abandonar este trabajo al verse aquejado por la tuberculosis.

Aprovechó esa oportunidad para aprender el idioma quechua y tradujo una Doctrina cristiana, manual de ayuda para los sacerdotes.

Una vez más retornó a Lima en 1861, donde reanudó sus estudios de mineralogía y botánica.

Fundó una Academia de Ciencias (1882-1892), donde impartió hasta 30 cursos distintos, algunos enseñados por primera vez en Perú, como por ejemplo Fitoquímica, Urografía práctica, Petrografía.

Una compilación de sus trabajos como quechuista y naturalista, aparecidos en publicaciones periódicas, fue realizada por Francisco E. Ruiz Alarco, en dos volúmenes (1951).