[5] Debido a la rivalidad de su madre con su hermana y cuñada a la vez, la reina regente María Cristina, la familia tuvo que exiliarse unos años de España, viviendo en París.
Este hecho hace que pierda la dignidad de infanta de España[2] y ambos sean desterrados de la Corte, pasando cuatro años en Francia, donde mantuvo una relación tanto con Baldomero Espartero cómo con el general Leopoldo O'Donnell.
El general Narváez fue quien propuso a la reina Isabel II la pérdida de dichos honores, que recuperó en 1855 cuando Isabel II la perdonó.
De vuelta a España, se establecieron en Valladolid.
La pareja tuvo tres hijos: El rey Alfonso XII hizo recuperar a su prima el título de Infanta en 1883, pero le negó el trato de Alteza Real.