[1] Cirilo Andreu, que lo conoció en persona, mencionó como uno de los rasgos más sobresalientes del carácter de Cabañero su arrojo temerario, habiéndose hecho famoso en su juventud por enfrentarse en solitario y poner en fuga a una partida de bandoleros que había amenazado con arrasar la casa de su tío si no les era entregado el chantaje exigido.
[3] Pirala cuenta que era uno de los mandos carlistas más apreciados por la tropa y por la población por su recto proceder.
Sin embargo, dicho punto de vista, al parecer, no era compartido por Cabrera ni por sus subordinados Llagostera o Arnau.
[4] Su estratégica posición en el valle del Ebro, entre Cataluña y el país vasconavarro, zonas de nítidas preferencias carlistas, la convertían en un objeto apetecible para los insurrectos, ya que su conquista permitía la conexión de ambos territorios y el completo dominio del río, expulsando a los cristinos de casi todo el territorio aragonés.
[7] Rápidamente tomó Belchite y prosiguió hasta la capital.