Los nueve años anteriores, desde 1641 había estado tocando los instrumentos de la familia del violín y en ocasiones, Carlos Patiño, el maestro de la Real Capilla había reclamado sus servicios para la propia capilla o las máscaras.
Más tarde, Juan Bautista del Vado parece que fue nombrado oficialmente organista de la Real Capilla con dos plazas ordinarias, aunque ya lo había estado ejerciendo.
[4] Fue maestro de música del joven rey Carlos II tres años desde 1677 hasta que se lo impidió la sordera y quedarse paralítico, había empeorado desde 1670.
Contiene ocho cánones enigmáticos que unen todas las artes, ejemplificando así el ideal barroco.
Compone misas para 4, 5 o 6 voces a pesar de que en la época se hacía en estilo policoral.