En teoría de juegos, un juego no cooperativo es uno cuyos jugadores toman decisiones independientemente para su beneficio personal, lo cual no impide que en algunos casos dicha toma de decisiones pueda favorecerlos a todos, como es lo que se busca en los juegos cooperativos.
Cuando se dispone de arbitraje para hacer cumplir un acuerdo, ese acuerdo queda fuera del alcance de la teoría no cooperativa: pero puede ser posible establecer supuestos suficientes para abarcar todas las estrategias posibles que los jugadores pueden adoptar en relación con el arbitraje.
[5] En consecuencia, sería deseable que todos los juegos se expresen en un marco no cooperativo.
También puede pasar que el modelo resultante sería de una complejidad demasiado alta para ofrecer una herramienta práctica en el mundo real.
En tales casos, la teoría de juegos cooperativos proporciona un enfoque simplificado que permite el análisis del juego en general sin tener que hacer ninguna suposición sobre el poder de negociación.