Todos se usaban para afectar diversas disfunciones e incluso enfermedades, no solo en el aparato de movimiento, sino también en la fisiología interna humana.
[18][19][20] Se ha demostrado que el ejercicio terapéutico mejora el control neuromotor y las capacidades motoras tanto en poblaciones normales[24] como patológicas.
[12][25] Hay muchos tipos diferentes de intervenciones con ejercicio que se pueden aplicar en kinesiología a poblaciones atléticas, normales y clínicas.
[36] La neuroplasticidad también es un principio científico clave utilizado en kinesiología para describir cómo se relacionan el movimiento y los cambios en el cerebro.
Plasticidad adaptativa La evidencia empírica reciente indica el impacto significativo de la actividad física en la función cerebral.
[54][55] Pueden ocurrir anomalías del movimiento entre personas con y sin lesiones cerebrales debido a una remodelación anormal en el sistema nervioso central.
[42][56] La falta de uso aprendido es un ejemplo que se observa comúnmente entre los pacientes con daño cerebral, como un accidente cerebrovascular.
Esto puede causar una disminución de la activación neuronal en áreas adyacentes a la corteza motora infartada.
Se ha demostrado que estas intervenciones mejoran la función motora en las extremidades paréticas[59][60][61] y estimulan la reorganización cortical[62][63][64] en pacientes con daño cerebral.
Se pueden encontrar en entornos hospitalarios, de atención a largo plazo, clínicas, laborales y comunitarias.