Fue publicada por primera vez en la revista literaria Astounding Stories en junio de 1936, el año anterior a la muerte del escritor.
De igual forma, el viaje astral les permitiría vivir eternamente en cualquier lugar del Universo.
Estos pensamientos se van aclarando conforme sus sueños se van haciendo más claros y es capaz de ver la enorme biblioteca y archivo de la civilización Yith; sin embargo, no cree en ellos más que como ilusiones.
Empieza a pensar con horror que sus sueños no pueden ser fruto de su imaginación errática, pues los casos documentados coinciden en diversos detalles y en sustancia con los suyos.
Años después de haber sobrellevado sus temores y haber enterrado sus sueños, recibe una carta desde Australia, donde al parecer se han encontrado misteriosos restos con grabados curvilíneos como los que describió periódicamente en una revista de psicología.