Lansquenete (en alemán: Landsknecht, "servidor del país"; de «Land», tierra o país, circunscripción administrativa, y «Knecht», servidor, empleado público) es el nombre con que se designó a algunos mercenarios alemanes que operaron entre el siglo XV y el XVII.
Lucharían en casi todas las campañas militares del siglo XVI, a veces formando parte de ambos contendientes.
Esta flexibilidad es la que les permitía ser utilizados para diversas funciones según las condiciones de la batalla.
Otros rangos incluían al Hauptmann (capitán) que dirigían las Fähnleins (Compañías).
Los reclutas debían cumplir unas condiciones para ser aceptados: tener armas propias, un jubón y calzado.
Estas grandes espadas podían ser utilizadas para destrozar las puntas de las picas del enemigo, o más probablemente para golpearlas de lado y desorganizar las filas y conseguir romper la línea enemiga.
Los ilustradores suizos ponían mucho cuidado en este aspecto, e indicaban que un mercenario era un lansquenete pintando esta espada junto a su dueño.
El calzón o batanga era ancho, largo y también acuchillado, a veces adornado con ligas de colores.
En su entrepierna llevaban una prenda que simulaba un pene erecto: la coquilla; símbolo de constante virilidad (utilizado también como monedero).
Solían usar una gran boina plana como sombrero, adornada con altas plumas de colores.