Revuelta de Kiev

[1]​ Los polovtsianos continuaron saqueando el área, provocando que los kievitas pidieran al Gran príncipe rearmarse para enfrentar la amenaza.

Luego expulsaron a Iziaslav y liberaron a Vseslav de Pólotsk, que había sido aprisionado anteriormente por Iziaslav, Vsévolod, y Sviatoslav, y lo colocaron en el trono kievita esperando que pudiese detener a los polovtsianos.

Iziaslav, por su parte, pidió refugio a Boleslao II de Polonia, quien lo apoyó con armamento con el cual retornó a Kiev en mayo (1069) y tomó nuevamente el trono.

Una pequeña escaramuza en 1071 fue el único disturbio provocado por los polovtsianos en las dos décadas siguientes.

[3]​ Así, aunque la batalla del Río Alta fue una desgracia para la Rus de Kiev y llevó brevemente a la caída del Gran príncipe, la victoria de Sviatoslav al siguiente año detuvo la amenaza polovtsiana a Kiev y Chernígov por un período considerable y concedió a Iziaslav el tiempo necesario para poder reclamar el trono.

Ilustración contemporánea a la Revuelta de Kiev.