Es importante no confundir el software libre con el "freeware", ya que aunque a menudo es gratuito, el FOSS también puede ser vendido.
Cabe señalar que los programas gratuitos no son necesariamente libres ni de código abierto.
El software libre tiene raíces en la cooperación académica y científica, donde compartir el código fuente era una práctica común.
[3] Grupos como "SHARE" y "DECUS" se formaron para facilitar este intercambio de software.
[5] Al mismo tiempo, la creación de redes como Usenet permitió a los programadores conectarse y compartir software de forma más sencilla, sentando las bases para la comunidad del software libre actual.
Asimismo, Brasil adoptó políticas similares, integrando soluciones de código abierto en sus instituciones gubernamentales para fomentar la independencia tecnológica y la soberanía digital.
Por otro lado, el movimiento Open Data impulsa la liberación de datos públicos para fomentar la transparencia, innovación y participación ciudadana, con ejemplos notables en áreas como la investigación científica y la gestión gubernamental.