En México, se denomina maíz criollo o maíz nativo a las variedades autóctonas que se han desarrollado de manera «tradicional», es decir, gracias a una continuada selección de los agricultores durante generaciones que se remonta hasta la época prehispánica, en oposición a las variedades híbridas, alóctonas o cruzadas mediante intervención tecnológica.
[1] Las razas criollas de maíz están ligadas a lugares específicos, donde se han adaptado a un terreno y clima particulares, y son más comunes en áreas rurales del país.
De las 64 razas descritas en México, 59 son maíces criollos.
[2] Entre finales del siglo XX y principios del XXI, se ha observado un descenso notable del cultivo de variedades criollas de maíz en México, debido a varios factores como: la tecnificación de la agricultura, la sustitución por variedades con más rendimiento, las políticas en el mercado,[3] la urbanización y el cambio climático, entre otros.
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