Las flores, pedunculadas, se organizan en cimas compuestas axilares; son bisexuales, con 6 tépalos pubescentes verde amarillentos de 3-6 mm de longitud, casi iguales o con los 3 exteriores más pequeños, generalmente persistentes en el fruto, 9 estambres en 3 filas concéntricas y un ovario globoso con estilo estrecho, pubescente y de estigma discoidal.
El fruto es una drupa globular, ovalada o aperada, con pericarpo de color verde oscuro hasta casi negro, más o menos tuberculado y con un mesocarpo carnoso y una única semilla sin endospermo, rodeada por un tegumento papiráceo a menudo íntimamente adherido al mesocarpo.
Ninguna de las especies es muy tolerante a fríos severos, salvo, P. borbonia, P. ichangensis y P. lingue, sobreviven temperaturas debajo de los -12 °C; también requieren suelo húmedo continuo, y no toleran la sequía.
Se considera que el gradual desecamiento de África, Asia Occidental y el Mediterráneo del Oligoceno al Pleistoceno, y la glaciación de Europa durante el Pleistoceno, fue lo que causó la extinción del género en esas regiones, resultando en la actual distribución.
Fue aplicado por Teofrasto e Hipócrates a un árbol egipcio incierto, posiblemente Cordia myxa o una especie de Mimusops.