[1] En 1738 se documenta en la Catedral de Palencia un infante del coro llamado Manuel Mancebo, que ya debía tener una cierta edad, ya que solicitaba al cabildo permiso para ir a Madrid, a examinarse para una plaza de tiple.
Es posible que el Narciso Mancebo, infante del coro, mencionado en las actas estuviese relacionado con Manuel, pero no se ha podido confirmar.
Tras muchas discusiones que llevaron un año, el cargo fue para Iribarren.
No se consideró a Manuel Mancebo —al parecer, ya no estaba en la ciudad— para cubrir el cargo de forma interina o permanente, sino que se decidió realizar unas oposiciones.
Dos días después de su nombramiento el cabildo reunió a todos los músicos y les recordó «el exacto cumplimiento de su obligación, tratando con el respeto debido al señor maestro de capilla electo y obedeciendo las órdenes que diese tocantes a su magisterio.» Un hecho inusual, ya que la obediencia al maestro de capilla se debía dar por supuesta y que podría dar a entender dificultades iniciales del maestro para adaptase a su nuevo cargo.
También la solicitud para ver a sus padres es un indicio de juventud.