[2] La sonda abandonará el sistema solar al dejar atrás la nube de Oort, la frontera más distante del sistema solar, que alcanzará dentro de unos tres siglos y abandonará en aproximadamente 30 000 años.
[16] La nave espacial también incluye 11 instrumentos científicos para estudiar objetos celestes tales como planetas mientras viaja por el espacio.
[18] Cuando la Voyager 1 no puede comunicarse con la Tierra, su grabadora digital (DTR) puede registrar unos 67 kilobytes de datos para su posterior transmisión.
[1] Voyager 1 tiene tres generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG) montados en un brazo.
Desde los años 90, la mayoría de las sondas espaciales están equipadas con cámaras completamente autónomas.
La Centauro prolongó su propio encendido y fue capaz de proporcionar a la Voyager 1 la velocidad adicional que necesitaba.
Si el mismo fallo se hubiera producido durante el lanzamiento de la Voyager 2 unas semanas antes, la Centauro se habría quedado sin propulsante antes de que la sonda alcanzara la trayectoria correcta.
Era la primera vez que se observaban volcanes activos en otro cuerpo del Sistema Solar.
Io parece ser la principal fuente de materia que permea la magnetosfera joviana —la región del espacio que rodea al planeta influida por el fuerte campo magnético del planeta—.
[31] Para fotografiar el planeta Júpiter, la NASA optó por el Sistema Bicolor Simplificado del inventor mexicano Guillermo González Camarena, que era más simple en cuanto a electrónica que el sistema estadounidense NTSC, para una misión a tan larga distancia.
[1] Se aleja con una velocidad de 3,6 unidades astronómicas (29 minutos-luz) por año del Sol, lo que corresponde a 17 km/s.
Medidas exactas apuntan a que la velocidad disminuye muy lentamente de forma imprevista.
Se estimó que la energía generada por esta pila nuclear bastaría para alimentar los principales sistemas hasta el año 2025.
Se cree que este es el primer intento exitoso de localización del Voyager 1 por aficionados.
[40] Ambas sondas Voyager tendrán suficiente energía para operar hasta el año 2025.
Esta corriente de partículas cargadas forma una burbuja alrededor nuestro sistema solar conocido como la heliosfera.
A este punto, el viento disminuye drásticamente su velocidad y se calienta en una región llamada la heliopausa.
La Voyager ya determinó que la velocidad del viento en su ubicación presente se ha reducido a cero.
Esto significa que Voyager ya alcanzó la región donde el viento solar empieza a dar vuelta sobre sí mismo mientras se estrella contra las partículas del espacio interestelar.
De esta manera, la Voyager 1 se convierte en el primer objeto creado por el humano en superar la heliopausa y adentrarse en el espacio interestelar.
Desde que la Voyager 1 pasó por Saturno, cuatro décadas antes, no se habían vuelto a usar.
Con este procedimiento se espera incrementar la vida útil de la sonda hasta, por lo menos, el año 2025.
Los propulsores TCM, en cambio, estaban inactivos desde hace cuatro décadas, oportunidad en que se utilizaron para maniobrar la nave y apuntar con precisión los instrumentos hacia los planetas estudiados.