Justo Nº 676, donde estaban Amestoy y Fettolini, con sus dos hijos pequeños, quienes murieron por los gases lacrimógenos.
[3] El único sobreviviente del operativo fue Manuel Gonçalves Granada, que había sido trasladado al hospital municipal con graves problemas respiratorios y permaneció internado tres meses.
Manuel fue localizado y en 1997, luego del análisis de ADN, supo quiénes eran sus verdaderos padres.
Dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense, fue utilizada para la detención de hombres y mujeres perseguidos por razones políticas.
Posteriormente, una vivienda contigua a la cárcel fue utilizada como centro clandestino de detención y torturas.
El resultado destaca lo que no está en las fotos nuevas, la figura del secuestrado desaparecido.