Oficialmente, su asesinato fue atribuido a fanáticos musulmanes del Grupo Islámico Armado (GIA), pero su familia acusa al Estado argelino de haberlo asesinado.
Es así que rechaza el colonialismo cultural y se volvió autodidacta.
En 1978 grabó su primer álbum Ay Izem (‘el león’); tuvo un importante éxito.
En su vida grabaría 36 álbumes, y escribió muchas canciones para otros artistas.
Su música mezclaba la orquestación oriental chaabi con letras politizadas en tamazight, y cubría una amplia variedad de temas, incluyendo la causa amazig, la democracia, la libertad, el ateísmo, el islamismo, el amor, el exilio, la memoria, la historia, la paz y los derechos humanos.
[3] Su compañero músico Moh Aileche recuerda: A pesar de estar prohibido en la radio y la televisión argelina, Lunés Matub se convirtió en un muy popular cantante cabilio, y lo sigue siendo.
[4] En octubre de 1988, durante las revueltas amazighes, un policía le disparó cinco veces.
En varias demostraciones públicas sus seguidores amazighes del pueblo de Cabilia[7] amenazaron «guerra total» contra los islamistas.
De repente, quisieron quitarnos algo que había sido esencial en nuestra cultura.
Y cuando, durante mis años de instituto, la arabización nos fue impuesta por Bumedián, nos sentimos heridos.
El hecho de imponer el árabe correspondía a una voluntad política evidente de aplastamiento y negación, pero tenía también como objetivo borrar la doble herencia histórica que representaban el bereber y el francés.
Conocí a autores y textos fabulosos que nunca habría descubierto si no hubiese tenido acceso a la lengua francesa: Descartes, Zola, Hugo, el teatro de Racine o la poesía de Baudelaire.
El árabe, lamento decirlo, no ha producido una elite digna de este nombre en Argelia.