Hijo del también médico Miguel Aljovín de Lama, y de Adela del Castillo y Navarrete.
Muy joven, viajó a bordo del transporte Constitución, que zarpó del Callao y bordeó el continente con dirección a la selva peruana, vía el estrecho de Magallanes y el río Amazonas, llegando hasta Pará (1896).
Entre otras hazañas quirúrgicas, realizó la primera operación de apendicitis en el Perú, en una época en que todavía se dudaba de esa técnica (1902); y realizó con éxito una operación de riñón descolgado (nefropexia).
A decir de Basadre fue un «hombre bondadoso y sencillo, muy útil en la vida social e institucional».
Su busto ha sido colocado en una plazuela situada frente a la sede del Ministerio de Salud Pública.