Monasterio de San Pedro (Rocas)

En el año 1923 es catalogado como bien de interés cultural y se ponen medios para su conservación.

[4]​ El conjunto monacal está formado por el edificio de la casa rectoral, actual sede del centro de interpretación, la iglesia y un antiguo cementerio del siglo XIX ya sin servicio.

Entre la casa rectoral y la iglesia se hallan ocho sepulturas antropomórficas excavadas en roca.

Una de las tumbas tiene grabada una cruz y todas ellas tienen un rebaje para que encaje la lápida sepulcral.

Se cree que en este lugar estuvo ubicado el claustro del antiguo monasterio en donde los monjes realizaban sus enterramientos.

La iglesia, que data del siglo XII, tiene sus tres naves y la cabecera excavada en la roca.

Las naves en realidad son sendas capillas separadas por arcos (la de la derecha es difiere de las otras dos y puede haber sido añadida con posterioridad) que reposan sobre columnas cuyos fustes y capiteles han sido tallados directamente en la roca.

En el techo hay un respiradero por donde entran luz y aire, como si de una falsa cúpula con linterna se tratara.

En la capilla de la izquierda hay un fresco del siglo XII (está datado entre los años 1175 y 1200) en el cual aparecen los apóstoles sobre un mapamundi.

Esta es la única representación románica que se conoce de un mapa del mundo.

Esta, junto con el muro donde se abren las naves excavadas en la roca, son las imágenes más singulares del conjunto monástico.

Junto a la entrada del cementerio comienza una calzada, por donde se accedía antiguamente al lugar, que lleva a la llamada "Fuente de San Bieito" o San Benito, que según el decir popular sus aguas curan las verrugas.

Esto ha dado pie a estimar que existió algún tipo de culto al agua.

Lápida fundacional
Fachada de la casa rectoral
Sepulcros
Entrada a la nave central
Espadaña y escaleras de acceso