Nacionalismo liberal

Suiza, por ejemplo, es un país formado por varias comunidades lingüísticas y culturales, que a menudo se describe como Willensnation.

Según el historiador suizo Georg Kreis, también la Unión Europea, aunque "probablemente nunca será un estado nacional", posee "la esencia de una nación fundada en la voluntad".

Una excepción notable es la India,[6]​ donde el nacionalismo civil ha predominado debido a la diversidad sin paralelo de lingüística, religión y etnia.

No obstante, con el correr de las décadas, los atentados terroristas llevados a cabo por el yihadismo demostraron que esas culturas que en Suiza podían convivir tan bien (germanófonos, francófonos, italianófonos, etc.) no son tan diferentes en el fondo, sino más bien en la forma (con un proceso de aculturación religiosa llevado a cabo muchos antes por el Imperio romano y el Sacro Imperio Romano Germánico, entre otros).

Actualmente, dos países que en la práctica se acercan bastante a la realidad de los Estados nación, con poblaciones muy homogéneas, son Islandia y Japón.