Necrópolis de Arguiñeta

[2]​ que están datadas entre los siglos VII y IX poseyendo algunas estas piezas inscripciones, están consideradas como las primeras inscripciones cristianas de Vizcaya y posiblemente del País Vasco, que le dan un valor histórico equiparable al de las encontradas en otros contextos norpirenaicos con los que presenta indudables analogías.

[3]​ Las piezas que conforman la colección están realizadas en piedra arenisca procedente, casi con seguridad, de la cantera de Albizu aunque muchas veces se ha dicho que procederían del monte Oiz.

Una de las piezas está decorada mediante una incisión simple que recorre el perímetro del costado exterior y debía complementarse rellenándose con dientes de sierra formando una orla perimetral dentada.

En el conjunto hay cinco estelas funerarias realizadas en arenisca, cuatro discoideas y una triangular, tres de ellas se han ubicado dentro de la ermita mientras que las otras tres están en el exterior (son copias).

Cuatro son estelas discoideas con un diámetro en torno a los 70 cm y una de ellas es triangular.

Se cubre con una tejado a cuatro aguas con una espadaña con campana en su lado sur.

Los accesos al templo son dos, uno situado a los pies realizado en arco carpanel y otro en la parte sur que es adintelado junto al cual se halla una mesa de piedra y una inscripción que dice "Año 1666"..

El cura subió con un candil en la mano que se le apaga cuando lega a la ermita de San Adrián, tras encenderlo, se da cuenta de que eran muchos lo sepulcros sin cerrar correctamente, los va cerrando uno a uno.

En ese momento percibe un suave olor a rosas y entre la maleza divisa la silueta de dos mujeres con hábitos que lo están observando.