Neokantismo

El neokantismo se mostraba escéptico frente a lo que consideraba un indebido énfasis especulativo del pensamiento hegeliano, y buscaba recuperar la doctrina kantiana de la crítica del conocimiento frente al predominio de la metafísica.

Su objetivo era proporcionar una fundamentación completa de la filosofía desde la perspectiva del idealismo subjetivo, incluyendo la crítica ético-política desarrollada en la Crítica de la razón práctica.

Los principales representantes de la escuela de Marburgo (en un primer momento Cohen y Natorp, a los que sumaron luego Karl Vorländer y sobre todo Ernst Cassirer) tenían intereses principalmente epistemológicos.

Esta división estaba fundada en la distinción hecha por Dilthey entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias humanas o del espíritu, como le llamó, la cual exponía la incapacidad de dar cuenta mediante un método único universal, propugnado por la visión cientificista del positivismo del siglo diecinueve, de la totalidad de la realidad y el conocimiento humano.

Sin embargo, la asunción del punto de vista individualizador forzaba a mantener las cuestiones relativas a la selección de una cultura —una Weltanschauung o "visión del mundo", con el término que estableció Rickert— fuera del ámbito de la filosofía.