[5] Analizando su origen, el no matar abarca los conceptos de paz (ausencia de guerra y de las condiciones que conducen a ella), no violencia (sicológica, física y estructural), y ahiṃsā (no dañar con el pensamiento, la palabra o la acción).
Mientras el uso de términos como «no violencia» y «paz» a menudo siguen la forma de argumentación clásica por medio de ideas abstractas que desembocan en pasividad,[7] el matar (y su opuesto, el no matar) puede ser cuantificado y relacionado con causas específicas siguiendo el enfoque de salud pública (prevención, intervención y transformación postraumática) hacia la progresiva erradicación del matar.
Además, a pesar de su enfoque específico, el no matar también aborda cuestiones sociales más amplias.
[9] Con respecto a la agresión psicológica, el ataque físico y la tortura que intentan aterrorizar con la amenaza de muerte, manifiesta o latente, el no matar implica la remoción de sus causas psicosociales.
[10] En su libro Nonkilling Global Political Science, Glenn D. Paige ha estimado que menos de 0,5% de todos los humanos que han existido han matado a otros humanos.