El ataque, llevado a cabo con fusiles y cohetes, contra Camp Bastion, ubicado en la inestable provincia de Helmand (sur), comenzó el viernes a las 22:45, hora local (17:45 GMT) y la base fue despejada este sábado por la mañana.
Después, un kamikaze a pie se inmoló contra el muro de la base, abriendo un agujero por el que penetraron otros 16 atacantes.
En una se encuentran las fuerzas británicas principalmente, y en la otra, conocida como Camp Leatherneck, perteneciente a soldados estadounidenses.
Los talibanes habían jurado matar al príncipe Enrique, piloto de helicóptero de combate en el ejército británico, que ha vuelto a Afganistán para realizar una segunda misión militar y que este sábado cumple 28 años.
[4] La ISAF dijo estar evaluando el alcance de los daños en la base, pero aseguró que el príncipe no se vio afectado.