Ahí florecen fecundas adormideras y otras hierbas que se cosechan durante la noche.
[2] Pausanias menciona haber visto las estatuas de un Oniro e Hipno adormeciendo a un león.
En la Ilíada el Ensueño (Oniro) es un mensajero del propio Zeus: «Anda, ve, pernicioso Ensueño, encamínate a las veleras naves aqueas, introdúcete en la tienda de Agamenón Atrida, y dile cuidadosamente lo que voy a encargarte».
[7] Esopo cuenta cómo una vez Apolo se jactó ante Zeus de su poder profético y éste tuvo que castigarlo, comandando a la estirpe de Oniro para que cumpliera su función profética durante los sueños.
[8] Los himnos órficos también denominan a los oniros como mensajeros del destino futuro.