En Orol se encontraron los siguientes restos que demuestran la presencia romana: Entre los siglos IX y XI se crearon las feligresías históricas de Orol, Bravos, Cabanas, Merille, Miñotos y Gerdiz.
En el año 1128 Alfonso VII dispuso divisiones en las heredades eclesiásticas y civiles en la diócesis de Mondoñedo.
En 1392 el caballero Fernán Pérez de Andrade obtuvo autorización para edificar tres iglesias en las montañas del Sor.
[7] La red fluvial del término municipal de Orol pertenece a la vertiente cantábrica.
[7] El término municipal de Orol está dentro del dominio climático oceánico húmedo, puesto que las influencias marinas desembocan en una suavidad térmica y una distribución bastante regular de las precipitaciones durante todo el año.
Las características más sobresalientes son: temperatura media anual suave (14.º), precipitaciones relativamente abundantes (1400-1500 mm) y una amplitud térmica débil (11.º).
Las lluvias no son excesivamente intensas y son poco fuertes, siendo más extensas durante ocho meses, período que comprende la primavera, otoño e invierno, donde se superan los 10 m/m, pudiendo llegar incluso a los 200 m/m en los meses de más intensidad (diciembre y enero).
[9] El descenso en el número de habitantes es constante y acusado desde 1910, manteniéndose esta tónica en los datos relativos a la última década.
Además, la observación de los datos parroquiales permite comprobar que esta dinámica demográfica regresiva se extendió a todas las parroquias.
Los ocho pinos aluden a las ocho parroquias del municipio y a su riqueza forestal que, junto con el color sinople del campo, simbolizan el medio ambiente y su carácter rural.