Nacido Piero Tomacelli, en el seno de una familia noble napolitana, pero empobrecida.
Tres años más tarde, le nombró como cardenal presbítero de Santa Anastasia.
[4] Las potencias europeas ven una oportunidad de acabar con el Cisma y recurren a un informe que la Universidad de París había publicado en enero de 1394, proponiendo tres vías no violentas de acabar con el cisma:[5] Bonifacio IX rechaza las tres soluciones mientras que el antipapa Benedicto XIII sólo se opone totalmente a la vía conciliar.
[5] Durante el pontificado de Bonifacio IX se celebraron dos jubileos.
[2] Un año antes, Bonifacio IX había hecho un llamamiento a la cristiandad occidental para socorrer al emperador bizantino Manuel II Paleólogo, amenazado por el sultán otomano Bayaceto.
Tal llamamiento no despertó entusiasmo alguno, aunque el Imperio bizantino se salvaría poco después, prolongando su existencia algunas décadas más, por la fulminante irrupción de Tamerlán, que obligó a Bayaceto a retirarse.