hasta 1913, año en que tomó la denominación de Torre Arias.
[4] Cuenta con diversas edificaciones con diferentes niveles de protección patrimonial.
Entre ellas destaca el palacio del siglo XVI, reformado en sucesivas ocasiones a lo largo de su historia, siendo la última en época del marqués de Bedmar.
También destacan edificios relacionados con su pasado agropecuario como la vaquería, el matadero, las perreras, el palomar, las porquerizas y dos invernaderos, todas ellas en espera de restauración.
En esta finca de Torre Arias, dos fuentes surtian de aguas manantes del subsuelo el riego de la finca agrícola y los jardines (las llamadas Isabela y Minaya, esta última aun conservada); también hay que mencionar el arroyo Trancos, que atravesaba la posesión de oeste a este.