[1] Durante la misión Apolo 11, el sismometro era de mayor tamaño y contenía 2 paneles solares.
El de las misiones posteriores al Apolo 11, estaba cubierto por una lámina reflectante.
[2][3] El sismómetro Apolo 11 devolvió datos durante solo tres semanas, pero proporcionó un primer vistazo útil a la sismología lunar.
[2] Debido a que las ondas sísmicas de eventos distantes viajan más profundamente en la Luna que las ondas de eventos cercanos, al medir eventos a varias distancias del sismómetro, se puede determinar cómo varían las velocidades sísmicas con la profundidad en la Luna.
A su vez, esta información puede usarse para estudiar la estructura interna de la Luna.