Con el significado básico de “no dar en el blanco” (como jatta’ חֲטִֽאJuces 20:16 en hebreo que significa Pecado), es un término de amplio significado, que originalmente no tuvo connotación moral alguna.
Otro término que se utiliza para identificar el pecado es ‘’adikía’’ que desde el griego se suele traducir literalmente como “injusticia”, y comprende desde una simple equivocación hasta las violaciones más notables de la ley (Horton, 1996, p. 287).
La idea del pecado como quebrantamiento de la ley o desorden, se enfrenta en un fuerte contrasta la idea de un Dios personal que trajo orden con su palabra, a existencia un mundo ordenado y bueno.
Nadie quiere ser llamado una persona mala o malvada, pero bíblicamente se dice que es nuestra naturaleza (Erickson, 1998, p. 578).
Podemos decir que en general la humanidad no utiliza este concepto, ya que es más fácil culpar al resto de la humanidad por sucesos sociales, culturales o cualquiera sea el motivo para no sentirse culpable o responsable de sus actos.
Existen diversos conceptos de pecado y se basan generalmente en su causa o naturaleza, ahora bien, podemos rescatar los conceptos más conocidos que son los que abarcaremos a continuación (Erickson, 1998, p 578).
(Erickson, 1998, p 580) La palabra Pecado aparece aproximadamente seiscientas veces en el Antiguo Testamento.
La Pneumatología (doctrina sobre el Espíritu Santo) debe tener en cuenta la convicción y la santificación a la luz de una carne pecaminosa.
Naturaleza de pecado: es una disposición interna inherente que nos inclina hacia los actos y pensamientos equivocados.
La teoría federal indica que todos estábamos implicados, aunque no de forma personal somos responsables del pecado.
Además, defendía que la gracia no tenía ningún papel en la salvación, solo era importante obrar bien siguiendo el ejemplo de Jesús.
El Arminianismo: Jacobo Arminio Teólogo (1560 al 1609) y Pastor reformado holandés: sostiene que recibimos de Adán una naturaleza corrupta.
(Erickson, 1998, p 590-591) Podemos comprender que es inherente a Dios oponerse en forma rotunda al pecado y que al igual que en principio con Adán y Eva, la introducción del pecado produjo un quiebre en la relación cercana entre el hombre y Dios como consecuencia de que el Hombre escogiera estar del lado opuesto a Dios con la desobediencia provocando con esto la Ira de Dios como expresa en Romanos 1:18 ‘’Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad’’.
En cuanto a la muerte física algunas corrientes postulan que nuestra naturaleza en realidad fue creada para ser eterna, sin muerte física, pero que esta se introdujo luego del pecado basándose en génesis 2:17.
El pecado siempre afectará nuestra relación con Dios y otros, simplemente por ser opuesto a su santidad.
Y así como poco a poco vamos admitiendo nuevas formas de pecado en nuestra vida hasta que podemos convertirnos vez tras vez en personas en que el pecado pasó de ser separación entre el hombre y Dios a afectarnos en nuestra vida social.
A nivel social se manifiesta como: competitividad, dificultad para identificarse con los demás, el rechazo de la autoridad y la incapacidad para amar.
Cuesta ver a los demás como superiores por lo tanto incluso se pierde el sentido de autoridad.
El pecado al poseer una extensión tan amplia que acapara cada espacio de nuestra existencia.
El ser humano es incapaz de escapar al pecado por sí mismo.
Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.
Si consideramos que partimos la evolución siendo animales con impulsos más fuertes que hemos ido controlando a medida que evolucionamos, la causa del pecado son los instintos y el comportamiento de herencia animal dada en un período de responsabilidad moral, la solución sería la negación y control de estos impulsos y su canalización adecuada.
Esto nos indicaría que la evolución de nuestra raza iría por el camino correcto.
Idea de Niebuhr y la Ansiedad por la finitud: si la causa del pecado surge por la ansiedad o vértigo que produce el ser finitos y querer aspirar a más, a través de la libertad.
271) La hamartiología, o estudio del pecado, ha sido un tema presente en la mayoría de las generaciones y culturas en la humanidad, acogiendo diversos significados.
Dentro del mundo cristiano se ha estudiado en profundidad no tan solo para comprender el plan creado por Dios para rescatarnos de las consecuencias del pecado, sino también para comprender su origen, significado e implicancias y poder entender nuestra responsabilidad frente a él y buscar así evitarlo.
Si en algo coincidimos en el desarrollo del documento es que independiente de sus diversos significados, consecuencias y naturaleza, para nosotros significa escoger la opción diferente a la verdad de Dios o sustituirlo por nuestros deseos.
Dios conoce nuestra naturaleza y es así como se preocupa de revelarse a sí mismo a través de la Biblia, y que recordemos constantemente que debemos amarlo por sobre todas las cosas.