Peter Tatsuo Doi

Durante trece años[2]​ se dedicó a las actividades parroquiales, once de ellos en Wakamatsu,[3]​ hasta que en 1934[2]​ fue nombrado secretario del Delegado Apostólico en Japón, Paolo Marella.

[4]​ Todos los prelados extranjeros fueron expulsados de Japón en 1940, con lo que Doi, único prelado japonés, quedó como máximo representante del catolicismo en Japón.

[1]​ Durante la Segunda Guerra Mundial dirigió el Comité Católico Nacional, dando muestra de una extraordinaria firmeza de carácter.

Tras el conflicto, reorganizó las parroquias, animó a los fieles, y construyó el Seminario Mayor de Toquio.

[1]​ Dentro de una política de aproximación a Japón que había conducido en 1959 a las primeras emisiones papales hacia aquel país.