El iris de sus ojos es castaño oscuro y su pico gris claro.
[3][4] El perico de Tasmania fue descrito científicamente por el naturalista alemán Johann Friedrich Gmelin en 1788.
[3][4] El perico de Tasmania son predominantemente fitófagos, se alimentan principalmente de semillas, frutas y flores, aunque también consumen insectos y sus larvas tales como los psílidos.
Su puesta suele componerse de cuatro o cinco huevos blancos y brillantes, que miden 30 x 24 mm.
[9] Los polluelos dejan el nido unas cinco semanas tras la eclosión, y permanecen con sus padres un mes más.